martes, 21 de febrero de 2017

La diabetes pierde la batalla contra el Internet de las Cosas

Una diabética usando el dispositivo FreeStyle Libre para medir su glucosa. INNOVADORES

La Conferencia Internacional sobre Tecnologías para la Diabetes, celebrada en París, pone encima de la mesa la creciente importancia de sensores y dispositivos conectados para mejorar la calidad de vida de los diabéticos

Es la enfermedad silenciosa de nuestra era. La diabetes, esa afección crónica en la que el organismo deja de producir insulina o ésta no es suficiente o eficiente para controlar los niveles de glucosa en sangre, afecta ya a una de cada 11 personas en todo el mundo. Su ritmo de crecimiento es alarmante: 422 millones de adultos tenían diabetes en 2014, cifra que apenas superaba los 100 millones en 1980, según datos de la OrganizaciónMundial de la Salud (OMS).
Por el momento, la diabetes no tiene -ni se le espera- una cura, por lo que los principales esfuerzos de la industria médica pasan por mejorar la calidad de vida de los que la padecen y evitar los efectos asociados a esta enfermedad, que van desde sobrepeso hasta la muerte. Unas innovaciones que hemos podido ver de primera mano en París, durante la décima Conferencia Internacional sobre Tecnologías y Tratamientos Avanzados para la Diabetes (ATTD 2017). En esta feria se han congregado médicos, científicos, start ups y firmas farmacéuticas con el fin de mostrar lo último en análogos de insulina, nuevos sistemas de suministro, bombas de insulina, sensores de glucosa, dispositivos para la prevención diabética o páncreas artificiales.
Uno de los gadgets que más interés atrajo en el ATTD 2017 fue FreeStyle Libre, un medidor de glucosa desarrollado por Abbott que permite registrar los niveles de azúcar en sangre sin necesidad de pinchar el dedo, de forma rápida y discreta. El sistema emplea un pequeño sensor que se coloca sobre la piel del diabético, insertando una fina lámina de menos de cinco milímetros en el cuerpo.Este dispositivo queda sujeto -incluso bajo el agua o al hacer deporte- y es preciso durante 14 días, tras lo cual debe ser reemplazado.
Para leer los resultados, el paciente tan sólo debe acercar un lector NFC al sensor, incluso sobre la ropa. Así se recopilan todas las mediciones, tanto la actual como un historial de ocho horas. Datos que después se pueden enviar a un ordenador o a un smartphone para establecer tendencias y analizar más variables que permitan optimizar las dosis de insulina, la alimentación y los hábitos del paciente para evitar crisis de hipoglucemia e hiperglucemia.
Hasta ahora, equipos similares habían fracasado por su inexactitud frente al tradicional análisis de tiras. Sin embargo, Abbott ha traído estudios al ATTD 2017 que demuestran cómo la desviación relativa frente a los medidores tradicionales apenas supera el 11%; el 99,7% de los resultados está comprendido en un margen de error óptimo, tanto en adultos como en mujeres embarazadas.
El dispositivo ya lo usan 200.000 pacientes en toda Europa. Y eso a pesar de que no está cubierto por la mayoría de los sistemas públicos de salud, incluido el español. Gracias a la ayuda de FreeStyleLibre, han logrado una reducción de hasta el 60% en los picos de hipoglucemia.
El siguiente paso, como adelanta a INNOVADORES JoelGoldsmith, Head of Innovation en Abbott Diabetes Care, es eliminar el lector inalámbrico y hacer que una simple y cómoda 'app' móvil pueda reconocer las mediciones del sensor. Asimismo, Abbott está en conversaciones con fabricantes de bombas de insulina para conectar este sistema de monitorización a otro que entrega la dosis ideal de insulina al paciente.
De hecho, el otro gran nombre delATTD 2017 ha sido Medtronic, una de las empresas de moda en esta convergencia de tecnología y salud, con las bombas de insulina como bandera de la compañía. En ese sentido, esta semana se ha hecho público un acuerdo entre esta compañía y la multinacional Roche para desarrollarun medidor de glucemia basado en la conectividad Bluetooth Low Energy (BLE), que se comunicará con los futuros sistemas de bomba de insulina de Medtronic.

'Start-ups'

Junto a las grandes firmas, también se van congregando más y más 'start-ups' especializadas en tratar con los efectos y los quehaceres que la diabetes impone a los que la sufren. Es el caso de Sugar Sleuth, una app que facilita la comprensión de las causas de variaciones en los niveles de glucosa para educar a los pacientes en los mejores hábitos de salud. Otras como Diatrends Biotech apuestan por la interconexión de big data e inteligencia artificial para entrenar a los diabéticos, mientras que otras como la sueca Ilya Pharma se ha especializado en fármacos biológicos para acelerar la cicatrización de las heridas.
En el ámbito de la monitorización encontramos propuestas originales como la de JupiterDevices, que usa una tecnología no invasiva de espectroscopia por microondas de alta resolución para detectar los niveles de glucosa. A su vez, Ther Nova es una 'start-up' norteamericana que ha conseguido desarrollar un páncreas artificial intraperitoneal.

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