jueves, 25 de febrero de 2016

Taller sobre medición continua de glucosa

Si en algo coincidimos casi todas las personas con diabetes es en que tenemos una gran esperanza depositada en la tecnología. Hemos vivido el paso del mundo analógico al digital: de la televisión de tubo al LCD, LED, plasma. Del teléfono grande y sencillo al smartphone, centro de comunicaciones personal y que nos mantiene conectados con todo y con todos. Vivimos en una vorágine de cambios tecnológicos que estamos disfrutando en muchos objetos cotidianos. Es tecnología útil que nos mejora la vida. Y del mismo modo que vivimos tantos cambios en tecnología de consumo, las personas con diabetes tienen una gran esperanza en las tecnologías para la salud, y más concretamente para la diabetes. Esperamos que el actual desarrollo tecnológico nos pueda ofrecer mejoras importantes no sólo encaminadas a mejorar el control de la diabetes, sino también a una mejoría en la calidad de vida y en el día a día de las personas con diabetes. Y si en los últimos años hay una tecnología que se ha hecho popular en el mundo de la diabetes es la de la medición continua de glucosa. Por esa razón, este fue uno de los temas elegidos para iniciar la temporada de talleres 2016 en la Asociación Vizcaína de Diabetes ASVIDIA. El pasado día 15 de febrero fue el día elegido para la charla. Y un servidor (Jedi Azucarado) fue el encargado de impartirla. El tema suscitó un gran interés entre los socios, e incluso quedó gente sin poder apuntarse, lo cual nos hace plantearnos la posibilidad de repetir el taller más adelante. En este artículo intentaré resumir algunos de los aspectos más importantes que se pudieron escuchar en el taller.

LA MEDICIÓN CONTINUA NO ES NUEVA

La tecnología ha estado siempre presente en mayor o menor medida en nuestros dispositivos de medición capilar, pero mucha gente no sabe que los dispositivos de medición continua de glucosa (MCG) comenzaron su andadura nada menos que hace ya 20 años. Por entonces, casi simultáneamente, empresas como Dexcom o Medtronic lanzaban sus primeras versiones, que desde entonces han ido mejorando en sus capacidades y sobre todo en su exactitud. Desde entonces, las prestaciones y sobre todo la exactitud, han ido mejorando poco a poco hasta llegar a los sistemas actuales. Pero en cualquier caso, la medición continua de glucosa ofrece a la persona con diabetes un control de la situación que no tiene con la medición puntual. Y es que conocer la glucosa cada cinco minutos proporciona muchísima más información que hacerlo tan sólo 4 veces al día.
La MCG proporciona mucha más información
4 mediciones puntuales pueden hacernos pensar que todo va bien, pero si utilizamos MCG, la cosa cambia (Imagen: Medtronic).
La medición de glucosa que podemos realizar nosotros en casa puede ser capilar o intersticial, clasificándose a su vez esta última en dos clases: continua/discontinua e invasiva/no invasiva. La medición intersticial es la más interesante, porque permite una lectura continua de la glucemia, por lo que nos permite generar un perfil completo de las 24 horas del día, pudiendo analizar de manera inmejorable todas las glucemias que tiene una persona incluso en momentos en los que tradicionalmente no se puede vigilar, como por las noches. En cuanto a la forma de conseguir esa medición, puede ser invasiva o no invasiva. Actualmente los desarrollos comerciales de MCG son invasivos. Las distintas pruebas o proyectos en materia de MCG no invasiva no están resultando suficientemente exactos, y este es un terreno en el que la exactitud es crucial.

PERO… ¿QUÉ ES LA MCG?

La medición continua de glucosa consta de 3 componentes: el sensor, el emisor y el receptor. El sensor es un filamento flexible de material biocompatible que se inserta bajo la piel con un aplicador. Ese filamento (de no más de 5 mm.) queda alojado y fijado al exterior por un adhesivo tipo parche al que se acopla posteriormente el transmisor o emisor. ¿Pero cómo mide la glucosa este filamento? Podríamos decir que los fundamentos -salvando las distancias- son similares a los de la medición de glucosa capilar. Una enzima reacciona con la glucosa circulante en el cuerpo alrededor del sensor y dicha reacción produce una reacción química, la cual es medida por el sensor y convertida a señal eléctrica, que es asociada a un valor concreto de glucosa mediante unos algoritmos del sistema.
Sensor y transmisor forman un conjunto indisoluble. La señal recogida por el sensor pasa después al transmisor que -una vez convertida a un valor de glucosa- la envía al receptor de manera inalámbrica. En el receptor visualizamos la glucemia actual y las glucemia anteriores, pudiendo así crear una curva que refleja el histórico de las últimas horas, así como saber con más o menos precisión la tendencia de la glucemia en los próximos minutos.
Hay que destacar que la medición de glucosa intersticial lee la glucosa circulante en los tejidos bajo la piel y no en el vaso sanguíneo, por lo que ambas lecturas pueden ser diferentes, sin que ello suponga que ninguno de las dos lecturas sea incorrecta. En el cuerpo humano, la glucosa presente en los vasos sanguíneos debe fluir posteriormente hacia los tejidos del cuerpo (en los que se encuentra el sensor), por lo que normalmente la lectura intersticial del MCG tiene un retraso respecto de la glucemia capilar de unos 10-15 minutos.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
La medición continua de glucosa ofrece unas evidentes ventajas sobre la medición capilar:
  • Mayor control sobre las glucemias.
  • Posibilidad de detección de patrones.
  • Aprender el comportamiento de la dieta en nuestro cuerpo.
  • Integración con algunas bombas de insulina.
  • Detección de hipoglucemias inadvertidas.
  • Conocer la tendencia y la velocidad de cambio de la glucemia.
En conjunto, la MCG puede suponer un aumento de implicación y adherencia del paciente debido al mayor caudal de información que proporciona. Asimismo, el drástico aumento de la calidad de vida y la reducción del estrés son también dos de las más importantes ventajas que ofrecen estos sistemas.
Pero no todo son ventajas. ¿Qué inconvenientes ofrece este sistema? En primer lugar, que hablamos de medición intersticial, lo cual supone un desfase de tiempo de 10-15 minutos con respecto a la glucemia capilar. Esto es muy importante y debe tenerse en cuenta. Asimismo, en algunas personas se produce una cierta dependencia o estrés por estar pendientes en exceso de la monitorizacion. Además, a día de hoy estos sistemas siguen siendo invasivos y requieren de un sensor inoculado bajo la piel. Lo cual nos lleva a otro de los problemas que sufren algunas personas: reacciones dermatológicas adversas fruto de llevar adherido el sensor durante muchos días. Pero quizá el mayor inconveniente a día de hoy de estos sistemas es el elevado coste tanto inicial como sobre todo de mantenimiento, que los hace inasumibles para la mayoría de la gente.
En resumen, los sistemas de medición continua de glucosa son especialmente adecuados para personas con diabetes muy inestables, o con hipoglucemias inadvertidas o frecuentes. También para quienes tienen miedo en exceso a la hipoglucemia, para personas con afectación neurológica por gastroparesia, para la planificación del embarazo o sencillamente, para quienes es imposible alcanzar los objetivos marcados por su médico tras haber agotado casi todas las opciones terapéuticas disponibles.
MODELOS DISPONIBLES EN LA ACTUALIDAD
Hoy día en España tenemos comercializadas dos marcas de medidores intersticiales: el Dexcom G4 y el FreeStyle Libre de Abbott.

DEXCOM G4

Nuevo medidor continuo de glucosa Dexcom G5
En el nuevo G5 nuestro propio smartphone es el receptor (imagen: Dexcom).
Este modelo es ya la cuarta generación de la empresa americana, y ofrece lecturas cada cinco minutos de modo ininterrumpido. De los dos modelos disponibles a día de hoy en España, el Dexcom es el único medidor continuo real. En las próximas semanas se espera que comience a comercializarse una nueva generación. Las características del G4 son:
  • Medición continua en tiempo real.
  • Alarmas y avisos ajustables.
  • Duración del sensor: 7 días oficiales (los usuarios “estiran” la vida de sus sensores hasta una media de 3 semanas, llegando a veces a tenerlos un mes o más).
  • Aprobado para uso pediátrico desde los 2 años.
  • 2 calibraciones al día.
El G4 funciona realmente bien, y como inconvenientes principales tiene su sistema de aplicación del sensor (muy incómodo e impreciso), el tamaño de su conjunto sensor-transmisor (demasiado aparatoso), la duración del emisor (que hay que cambiar cada cierto tiempo con el consiguiente coste adicional), y que el receptor no permite trabajar con los datos recogidos a nivel estadístico. No hay gráficas, tan sólo la curva diaria.
En primavera se comercializará en España el modelo G5, que ofrece telemonitorización a través del smartphone y prescinde del receptor. Además, es el medidor continuo más exacto del mercado, con un 9% MARD. Por contra, el transmisor dura únicamente 3 meses, lo cual se espera que encarezca el coste de mantenimiento.

FREESTYLE LIBRE

FreeStyle Libre
El FreeStyle Libre tiene el sensor más ligero y discreto del mercado (Imagen: Abbott).
El sistema de Abbott ha irrumpido en el mercado con fuerza, muy probablemente debido a su distinta catalogación comercial, que le ha permitido anunciarse en todo tipo de soportes publicitarios, lo cual está prohibido para el resto de productos de diabetes como los medidores. Este pequeño sistema NO es medición continua real, ya que tan sólo vemos las glucemias cuando pasamos el receptor por encima del sensor. Entonces los valores se vuelcan al aparato. El sensor recoge hasta 8 horas de glucemia, con lo cual bastarían 3 escaneos al día para recoger las glucemias de 24 horas. El sensor dura 14 días y NO tiene posibilidad de ser “engañado” por el usuario para prolongar su vida útil. Como grandes ventajas:
  • Conjunto sensor-emisor muy reducido y casi imperceptible.
  • Completo tratamiento estadístico de los datos en el receptor.
  • Aprobado para uso en menores de entre 4 y 17 años.
  • Excelente aplicador del sensor.
  • Menor coste inicial.
Como inconveniemtes, el Libre parece ofrecer resultados poco exactos en algunos sensores de manera aparentemente aleatoria. Además, al no ser medición continua real, no ofrece avisos ni alarmas por hipo o hiperglucemia. Asimismo, tampoco permite la telemonitorizacion. Y en los últimos meses, muchas personas están refiriendo problemas en la piel derivados del adhesivo de los sensores.
Finalmente, recordar -como nunca me canso de hacer- que a día de hoy, tan sólo el próximo DEXCOM G5 está validado para tomar decisiones terapéuticas sin tener que cotejar con la glucemia capilar. Por tanto, debes seguir pinchándote en los dedos cada vez que quieras calcular una dosis de insulina. En el blog “Reflexiones de un Jedi Azucarado” tenéis disponible una completa comparativa entre el Dexcom G4 y el FreeStyle Libre que puede ayudar a entender las particularidades de cada aparato y a tomar la decisión sobre cual es mas conveniente para tu caso particular.

OTRAS POSIBILIDADES DE MEDICIÓN INTERSTICIAL

Las bombas de insulina son quizá las grandes beneficiarias de la medición continua de glucosa por las enormes posibilidades que ofrecen. La integración entre ambas tecnologías permite a la bomba acercarse cada vez más al concepto de asa cerrada. Y modelos como la Minimed 640G de Medtronic ya permiten –integrada con un sensor continuo de la propia marca- automatizar las hipoglucemias sin intervención humana, ya que la bomba es capaz de detectar la hipoglucemia en ciernes e interrumpir la infusión de insulina durante el tiempo que considere necesario, reanudándola después una vez que determina que los valores de glucosa se han recuperado.
Bomba de insulina Veo640G
Aspecto de la nueva bomba de insulina Veo640G de Medtronic.

¿QUÉ ES LO PRÓXIMO?

La medición continua de glucosa está de moda. Es evidente. Y lo está porque por un lado, presenta innumerables y evidentes ventajas sobre la medición capilar. Y por otro, porque en los últimos años hemos asistido a un empujón tecnológico en esta tecnología. Conocemos ya proyectos de bombas de insulina de asa cerrada totalmente autónomas sin intervención humana, que lo son gracias a los importantes avances sufridos en la medición continua de glucosa. Pero ahora es momento de popularizar estos sistemas. Que lleguen a todo el mundo. Aunque para ello es importante que simultáneamente se forme debidamente a todos los usuarios. Manejar un medidor continuo es fácil, pero sacarle partido y mejorar tu diabetes no tanto porque requieren una formación. Formación que actualmente nadie proporciona. Por eso, debemos plantearnos una educación específica en estas tecnologías, no sólo para los profesionales de salud, sino para los pacientes que las utilicen. De lo que se trata es de mejorar el control de la diabetes, más que calmar nuestra ansiedad (que también) viendo la glucemia que tenemos a cada momento. Nuestro sistema sanitario debe acelerar la revisión de los estudios existentes sobre MCG y dar los pasos necesarios para que esta brillante tecnología de salud pueda llegar más pronto que tarde a las personas con diabetes, especialmente a los tipo 1, para los que el autoanálisis es la herramienta básica para el control de la enfermedad.
Óscar López de Briñas Ortega
Jedi Azucarado
@oscarbrinas

FUENTE: http://www.asvidia.org/taller-sobre-medicion-continua-de-glucosa/?platform=hootsuite

martes, 23 de febrero de 2016

Nuevo “Páncreas Biónico”: Adiós a las inyecciones de insulina, el monitoreo y la dieta

Un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts desarrolló con éxito un nuevo modelo de Páncreas Artificial que promete cambiar de manera radical el tratamiento de la Diabetes tipo 1, permitiéndoles comer todo lo que quieran sin necesidad de contar carbohidratos, ni de monitorear sus glicemias, ni de tener que inyectarse la insulina y además evita la necesidad de calcular o adaptar la dosis de ésta según los resultados de sus glicemias. Este Páncreas Biónico, demostró además mejorar  notablemente el control de los niveles de  glucosa y al mismo tiempo reducir los riesgos de tener Hipoglicemias o bajas de azúcar.

Por Joe Cardozo
Un grupo de investigadores del Massachusetts General Hospital y la Universidad de Boston, liderado por el Dr. Steven Russell, desarrollaron con éxito un Páncreas Biónico que consiste en una bomba automatizada que libera la cantidad necesaria de las hormonas insulina y glucagón, de acuerdo a los requerimientos de éstas, según las indicaciones de un sistema de monitorización continua que incluye este dispositivo y que es controlado mediante una aplicación de IPhone.
Este novedoso dispositivo cuenta con un programa computarizado o Software que se encarga de tomar, automáticamente, las decisiones de dosificación tanto de la insulina como del glucagón que el paciente requiera, según los resultados de glicemias que  arroje el sistema de monitorización continua que está incorporado en este fabuloso Páncreas Biónico.  De esta manera, cuando los niveles de glucosa comiencen a elevarse, el dispositivo suministrará la cantidad de insulina necesaria para mantener estos niveles en el rango normal, y si por el contrario, los niveles de glucosa comienzan a descender, el dispositivo liberará la cantidad de glucagón necesario para así evitar una hipoglicemia o bajón de azúcar.
El software de dosificación automática  envía las señales,  desde una aplicación de IPhone, a los respectivos dispositivos para que liberen Insulina o Glucagón, según  los resultados que ésta recibe, cada 5 minutos, del sistema de monitorización continua incorporado en este Páncreas Biónico
EL SOFTWARE DE DOSIFICACIÓN AUTOMÁTICA ENVÍA LAS SEÑALES, DESDE UNA APLICACIÓN DE IPHONE, A LOS RESPECTIVOS DISPOSITIVOS PARA QUE LIBEREN INSULINA O GLUCAGÓN, SEGÚN LOS RESULTADOS QUE ÉSTA RECIBE, CADA 5 MINUTOS, DEL SISTEMA DE MONITORIZACIÓN CONTINUA INCORPORADO EN ESTE PÁNCREAS BIÓNICO

¿Cómo fueron los resultados de este estudio científico?
En este estudio, que fue presentado hace 1 semana durante la asamblea científica anual de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y publicado por la revista científica New England Journal of Medicine,  los investigadores encontraron que los 52 adultos y jóvenes que utilizaron el Páncreas Biónico tuvieron niveles de glucosa mucho más saludables, comparados con los obtenidos con sus tratamientos habituales que incluían contaje de carbohidratos, monitoreo frecuente de sus glicemias y cálculo de la dosis de insulina que se debían administrar mediante varias inyecciones diarias o utilizando una Bomba de Insulina.
Todos los participantes en este estudio fueron observados rigurosamente. Los adultos estuvieron acompañados por enfermeras en todo momento y los jóvenes estuvieron participando en un campamento vacacional del Joslin Diabetes Center, para así asegurarse de que los niveles de glicemia no se elevaran demasiado o bajaran repentinamente y ocasionaran Hipoglicemias.
“Nosotros les pedimos a todos ellos que comieran todo lo que quisieran mientras estuviesen utilizando el Páncreas Biónico” dijo el Dr. Russell y agregó “Ellos fueron a un  campamento vacacional de Diabetes donde tuvieron una experiencia extraordinaria ya que pudieron comer helados, caramelos y todo lo que quisieran sin ningún problema”.
Menos preocupaciones, mejor control y menos Hipoglicemias
Los adultos y jóvenes que utilizaron este dispositivo tuvieron una considerable reducción en la cantidad de episodios de Hipoglicemias o bajas de azúcar y cuando las tuvieron, éstas fueron mucho más leves y requirieron  67% menos cantidad de ingesta de carbohidratos y menos tiempo para revertirla.
“Este Páncreas  Biónico eleva el tratamiento y manejo de la Diabetes a su máxima expresión de efectividad, comodidad y seguridad y libera a las personas con Diabetes tipo 1 de estar pensando en todo lo que necesitan hacer diariamente para controlar adecuadamente sus niveles de glicemia”  dijo el Dr. Edward Damiano, profesor de ingeniería de la Universidad de Boston, coautor de este estudio y creador del software, quien añadió “Tengo un hijo de 5 años que fue diagnosticado con Diabetes tipo 1 cuando tenía 1 año y desde ese entonces debo levantarme de 2 a 3 veces todas las noches para chequearle su glicemia y así asegurarme que no le baje demasiado ya que esto representaría una situación muy peligrosa”.
Tener un dispositivo automático como este, liberaría tanto al Dr. Damiano como a millones de padres y personas con Diabetes tipo 1, de tener que levantarse a media noche para chequear sus glicemias con el temor de tener una situación de emergencia. Esto representa una inmensa ventaja adicional que proporciona este Páncreas Biónico tomando en cuenta que las Hipoglicemias o bajas de azúcar ocasionan 8 veces más casos de muerte en niños, durante la noche, comparado con los accidentes de tránsito.
“Las pruebas iniciales de este concepto son muy contundentes” dijo el Dr. Guillermo Arreaza-Rubin,  quien es el  director del Instituto Nacional de Diabetes y enfermedades Digestivas y del Riñón de Estados Unidos (NIDDKD, por sus siglas en ingles), que costeó en su totalidad el proyecto de este Páncreas Biónico, y añadió “este novedoso dispositivo puede liberar de miedos e incomodidades a millones de niños, jóvenes y adultos con Diabetes tipo 1 de todo el mundo y mejorar considerablemente su calidad de vida”.
En Diabetes al Dia celebramos que este fabuloso dispositivo pronto estará en el mercado
En Diabetes al Dia nos sentimos muy complacidos de que nuevos y cada vez más avanzados modelos de  Páncreas Artificial se estén desarrollando con éxito. En el caso de éste, conocido como el Páncreas Biónico por las ventajas adicionales que ofrece, y a pesar de que se  requieren realizar más estudios y actualizaciones, sus creadores estiman que  estará disponible en el mercado en el 2017, ofreciéndole así, a millones de personas con Diabetes tipo 1 de todo el mundo, una valiosa herramienta de tratamiento fácil, segura y cómoda de utilizar que les permitirá disfrutar de una vida más saludable, productiva y feliz.


FUENTE: http://www.diabetesaldia.com/index.php/nuevo-pancreas-bionico-adios-a-las-inyecciones-de-insulina-el-monitoreo-y-la-dieta

Hallan un mecanismo y nuevos fármacos para el tratamiento de enfermedades autoinmunes

hallan mecanismo nue

Un estudio liderado y coordinado por investigadores de la Universidad de Calgary y del IDIBAPS proporciona nuevos conocimientos sobre la regulación y el tratamiento de la respuesta autoinmune.
Un estudio coordinado por el Dr. Pere Santamaria, de la Universidad de Calgary y delIDIBAPS, y publicado en la revista Nature, proporciona un nuevo enfoque para comprender y tratar las enfermedades autoinmunes, sin comprometer la inmunidad general del individuo. Los investigadores han descubierto un nuevo mecanismo celular en cadena de regulación de la respuesta autoinmune y un nuevo tipo de fármacos que actúan sobre este circuito celular. El trabajo, realizado en modelos animales, demuestra por primera vez que loslinfocitos T reguladores autorreactivos, que protegen al organismo contra enfermedades autoinmunes concretas, se pueden expandir in vivo de forma eficiente y reproducible.
El trabajo está liderado por el Dr. Pere Santamaria, profesor de la Cumming Scool of Medicine de la Universidad de Calgary (Canadá) y jefe del grupo IDIBAPS Patogenia y tratamiento de la autoinmunidad. También han participado el grupo de Diabetes Tipo 1 del Departamento de Fisiología e Inmunología de la Universidad de Barcelona, dirigido por el Dr.Thomas Stratmann, y otros investigadores de Canadá y EEUU.
Las enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide, son el resultado de un mal funcionamiento del sistema inmunológico del organismo. En estas enfermedades los linfocitos T, las células que coordinan la respuesta inmune contra virus y bacterias, atacan a las células del propio organismo en vez de protegerlas, dañando el órgano diana. Para tratar la enfermedad, se deben eliminar los linfocitos defectuosos, pero los fármacos actuales no tienen mecanismos para distinguirlos de los normales. Los medicamentos utilizados para tratar estas enfermedades autoinmunes también suprimen la inmunidad normal, por lo que dejan el paciente desprotegido frente otras enfermedades.
En el trabajo que publica la revista Nature, los investigadores han descubierto que la administración de un nuevo tipo de nanopartículas, recubiertas con dianas proteicas dirigidas a los linfocitos T que causan las enfermedades autoinmunes, permiten su reprogramación hacia linfocitos T reguladores y la eliminación selectiva de la enfermedad en cuestión. Lo hacen a través de un nuevo mecanismo celular en cadena que regula la respuesta inmunológica.
La investigación se ha llevado a cabo en modelos animales de diferentes enfermedades autoinmunes. Mediante esta aproximación se han conseguido restaurar los niveles normales de glucosa en sangre en ratones con diabetes tipo 1, la función motora en ratones con una enfermedad similar a la esclerosis múltiple y la estructura y funcionalidad de las articulaciones en ratones con artritis.  

"Este descubrimiento es importante ya que ahora sabemos cómo detener las enfermedades autoinmunes de una forma muy específica sin comprometer la inmunidad general de los individuos", explica el Dr. Santamaria. "El mecanismo que hemos descubierto y los nanofàrmacs que actúan sobre él se podrían aplicar, potencialmente, a muchas de las más de 80 enfermedades autoinmunes que afectan a las personas", añade.

FUENTE: http://www.immedicohospitalario.es/noticia/7795/hallan-un-mecanismo-y-nuevos-farmacos-para-el-tratamiento-de-enfermedades-autoinmunes?platform=hootsuite

lunes, 22 de febrero de 2016

Trasplantan células de cerdo a 22 pacientes diabéticos en el país

Son islotes pancreáticos para que el organismo vuelva a producir insulina. Es el mayor ensayo a nivel mundial.
El equipo argentino: Mariana Carulla, Carlos Wechsler, Adrián Abalovich y Martín Siciliano, en el Hospital Eva Perón. (Rolando Andrade)
El equipo argentino: Mariana Carulla, Carlos Wechsler, Adrián Abalovich y Martín Siciliano, en el Hospital Eva Perón. (Rolando Andrade)

La relación entre el cerdo y la diabetes tipo 1 no es nueva. Hasta la década del 80 era el principal proveedor de la insulina que los enfermos se inyectaban. Pero desde hace algunos años la ciencia ve en el animal un potencial donante de células pancreáticas, encargadas de producir la hormona que permite al organismo transformar la glucosa en energía y que evita que se acumule en la sangre. Con 22 pacientes trasplantados en un hospital público bonaerense, Argentina tiene el mayor ensayo a nivel mundial y sus impulsores proyectan profundizar la investigación.
En el país, uno de cada 10 diabéticos padece el tipo 1 de la enfermedad, que se caracteriza por la destrucción de las células productoras de insulina -que se agrupan en islotes- por un fenómeno autoinmune. Es decir, son las propias defensas del organismo las que atentan contra él. El paciente debe paliar ese daño aplicándose la hormona. Que el cuerpo vuelva a generarla es el objetivo del trasplante de islotes pancreáticos.
“Es simple en teoría, pero difícil de aplicar en la práctica”, sostiene el canadiense Jonathan Lakey, quien junto a James Shapiro lideró en el 2000 el Protocolo de Edmonton, por el cual siete personas fueron trasplantadas con células humanas. “La ventaja es que los islotes pueden aplicarse con una jeringa, sin necesidad de cirugía invasiva y los resultados mostraron que los pacientes presentan un adecuado nivel de glucosa en sangre e independencia a la insulina luego del tratamiento”, explicó el investigador en conferencias recientes dictadas en las universidades de San Martín (UNSAM) y El Salvador. El problema, admitió, radica en la dificultad de conseguir donantes.
“Se necesitan de dos a cuatro páncreas para trasplantar a un paciente diabético y hay muchos más diabéticos nuevos que donantes cadavéricos. Se tiene que morir una persona y además la inmunosupresión (para evitar que el organismo rechace el nuevo tejido) hace que el tratamiento sea poco práctico”, coincide en diálogo con Clarín el cirujano Adrián Abalovich, quien considera que una estrategia factible para vencer el problema de la escasez de páncreas humanos es el xenotrasplante, es decir, la utilización de animales como donantes de órganos.
El cerdo se revela entonces como el candidato ideal: la insulina que produce es muy similar a la humana, responde de la misma manera a los estímulos de la glucosa en sangre y produce más de 10 crías por parición. En el hospital Eva Perón de San Martín, 22 pacientes fueron trasplantados con islotes porcinos microencapsulados. “Es la mayor experiencia a nivel mundial”, reconoce Abalovich, quien dirigió junto al diabetólogo Carlos Wechsler el estudio aprobado por el Ministerio de Salud bonaerense.

Infografía de los islotes pancreáticos

Para el ensayo clínico local iniciado en 2010 -y que ya se encuentra cerrado- se utilizaron islotes microencapsulados procedentes de Nueva Zelanda, extraídos de cerdos criados en bioterios libres de gérmenes. La experiencia conjunta nació del contacto entre los investigadores argentinos y Robert Elliott, uno de los pioneros a nivel mundial en este tipo de tratamientos, que también se probaron en su país y en Rusia.
La islotes son encapsulados bajo una capa de alginato y poli-lisina. Ese recubrimiento se convierte en una especie de barrera que permite el ingreso de los nutrientes y la salida de insulina, pero impide la entrada de los “soldados” destructores del sistema inmune. “Si nos inyectan una célula de cerdo, el organismo la rechaza inmediatamente. En cambio, eso es una burbuja que le da inmunoprotección. Tiene poros tan chiquitos que no pasa ni el anticuerpo, ni el linfocito o el macrófago. Aunque lamentablemente hay pequeños elementos que sí pueden llegar a pasar, por eso es una inmunoprotección parcial”, dice Abalovich. No obstante, a los pacientes no se les administra ninguna droga que deprima las defensas de su organismo.
Los 22 voluntarios argentinos recibieron dos trasplantes cada uno por laparoscopia (a las 24 horas obtenían el alta), con tres meses de diferencia entre cada procedimiento. Los elegidos fueron diabéticos lábiles. “Trasplantamos jóvenes que ya tenían sufrimiento crónico por la enfermedad y una muy mala calidad de vida. El paciente lábil está de repente con 400 de nivel de azúcar en sangre y al rato con una hipoglucemia, es decir, con el azúcar tan bajo que puede llegar al coma”, explica Wechsler. “Para ellos era mucho más riesgoso seguir siendo diabético que recibir células de cerdo”, añade Abalovich, quien es además docente e investigador de la Escuela de Ciencia y Tecnología de la UNSAM.
Los resultados, revela, fueron dispares. “Algunos pacientes no variaron sus requerimientos de insulina, pero en otros se redujo entre un 30 y un 40%. Y hay una chica que hay días que no se aplica. A lo mejor en tres o cuatro años hay que volver a implantarla, porque se estima que ese es el tiempo de vida de los islotes, tanto en un diabético como en una persona sana. ¿Pero si tenés la provisión de cerdos qué problema hay?”
La chica en cuestión es Tamara P. (por normas de confidencial del ensayo clínico no se puede difundir su apellido). Cuando tenía 10 años, de un día para el otro dejó de ser una chica hiperactiva y empezó a quedarse dormida en todos lados y bajo cualquier circunstancia. Tenía un hambre voraz, pero adelgazaba a la velocidad de la luz. Su mamá la llevó al hospital. El primer análisis mostró valores de glucemia elevados. Le indicaron que los repita. Los resultados confirmaron el diagnóstico: diabetes tipo 1. “Agradecieron que no hubiera entrado en coma”, confesó a Clarín la joven que hoy tiene 21 años.
Desde ese momento, Tamara, que vive con sus padres en Pablo Podestá, siguió atendiéndose en el hospital Eva Perón (ex Castex). Una médica del equipo de Wechsler le comentó sobre el ensayo que se desarrollaba en el establecimiento. “Con probar no pierdo nada”, pensó entonces y, pese a que su mamá no quería porque le daba miedo, aceptó con la autonomía que en 2013 sus 18 años recién estrenados le otorgaban. “A mí sí me cambió la vida. Cuando empecé con ellos me ponía entre 30 y 40 unidades de insulina NPH, más la que usaba para corregirme. Ahora sólo uso corrección y nada más”, cuenta.
Estudió un año de Administración de Empresas, se recibió de chef y en marzo arranca Protocolo y Ceremonial. Se levanta a las 6 de la mañana para ir a trabajar a una panadería y en ese momento se da el primer pinchazo para medir su glucosa. Le siguen otros tres durante el almuerzo, la merienda y la cena. Los resultados de la hemoglobina glicosilada, un estudio que le sirve al médico para determinar cómo fue el control del paciente en los últimos meses, mejoraron desde el trasplante. “Por mi experiencia, lo recomendaría. Dicen que más adelante va a ser mejor, obvio. Ahora están probando, pero a mí me resultó bien, me mejoró”, dice Tamara. Como negativo solo recuerda el dolor abdominal que la acompañó durante un mes tras el primer implante y que se redujo a una semana en la aplicación de la segunda dosis.

Abalovich y Wechsler lideraron el mayor ensayo a nivel mundial de xenotrasplante de islotes pancreáticos.

Abalovich y Wechsler, los médicos argentinos que lideraron el mayor ensayo a nivel mundial
Sobre los efectos adversos, sostiene Abalovich que el trasplante de islotes de cerdo no provocó ningún problema serio. “Como es una célula viva genera miedo sobre si puede transmitir virus y demás. Pero haciendo las cosas según los lineamientos internacionales, con los cerdos libres de patógenos, no se transmitió ninguna enfermedad a ningún paciente. El principal efecto adverso es la hinchazón en el abdomen durante algunos días tras la inyección. Es algo mínimo frente a la posibilidad de curar una enfermedad como la diabetes”.
¿Por qué a algunos les fue bien, a otros más o menos y otros no experimentaron cambios? Para Wechsler se debe a que todavía se encuentran en fase de experimentación y hay muchas variables implicadas. “Nosotros les volvimos a poner masa celular. Nos manejamos con cálculos para determinar cuánto necesitaban para sustituir eso que no está, era algo empírico, un comienzo, de ahí en más se va buscando la dosis ideal”. De todas maneras, ya saben que hay pacientes que no retrasplantarían en etapa de ensayo, como aquellos que tienen endocrinopatías asociadas. “Tenemos el conocimiento, queremos desarrollarlo en Argentina. La idea es validar el procedimiento”, afirmó.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación acaba de otorgarle al equipo un subsidio para desarrollar esta técnica en el país en condiciones de buenas prácticas clínicas. Además, se realizó un convenio de cooperación científica con la Universidad de Irvine (California-Estados Unidos) donde se desempeña Lakey, quien acaba de publicar un método para aislar islotes de páncreas de cerdos jóvenes, que supera a los anteriores en eficiencia de producción de insulina, simplicidad y bajo costo. El objetivo es desarrollar en Argentina un establecimiento piloto de cerdos DPF (libres de gérmenes patógenos para el humano) para lo cual proyectan trabajar con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, que cuenta con profesionales destacados a nivel nacional e internacional en salud porcina.

Un islote porcino microencapsulado en alginato.

Un islote porcino microencapsulado
“Me parece que falta muchísimo para que el xenotrasplante sea una realidad para curar la diabetes tipo 1”, considera Marcelo Perone, jefe delgrupo Diabetes tipo 1-Inmunobiología  del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires, que depende del Conicet y de la Sociedad Max Planck de Alemania. El especialista, que no participó del ensayo local, destaca que la ventaja que ofrece es que no se necesitan donantes cadavéricos, aunque tiene dudas sobre el riesgo de zoonosis que pudiera llegar a existir y sobre la eficacia de la barrera de alginato. “Creo que vale la pena seguir haciendo investigación. Pero falta mucho para decir que ya está solucionado el problema”.
“Este no es todavía el tratamiento ideal. Estamos en etapa de desarrollo, por eso es importante que no se genere una ilusión desmedida. Pero si la diabetes tipo 1 son pacientes que tienen islotes destruidos y los tipo 2 insulinorrequirientes los tienen agotados, entonces es muy lógico pensar que el implante de islotes puede representar la solución”, manifestó Abalovich. Y, respecto del trasplante de una especie a otra, se esperanzó: “Tengo la casi certeza de que el día de mañana no se va a necesitar más que un hombre se muera para que sea donante de órganos”.

FUENTE: http://www.clarin.com/buena-vida/salud/Trasplantan-celulas-cerdo-pacientes-diabeticos_0_1525047482.html

Desarrollan ‘mini-estómagos’ productores de insulina para tratar la diabetes

Una vez reprogramadas, las células del píloro pueden crecer juntas y ofrecer una fuente ilimitada de células beta de los islotes pancreáticos
'Mini-estómagos' productores de insulina - HARVARD UNIVERSITY
1

Investigadores de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.) han logrado crear ‘mini-estómagos’ de células reprogramadas del píloro de ratones que, una vez trasplantados, tienen la capacidad de producir insulina para corregir los niveles elevados de glucosa en sangre. Es decir, con capacidad para tratar la diabetes.
Concretamente, el estudio, publicado en la revista «Cell Stem Cell», muestra cómo las células del píloro pueden ser reprogramadas en células productoras de insulina y, posteriormente, unirse formando esferas –o ‘mini-estómagos’– que tras ser trasplantadas son capaces de controlar los niveles de glucosa.
Es más; dado que estos ‘mini-estómagos’ también contienen células madre del píloro, tienen la capacidad de regenerarse continuamente, con lo que se garantiza una presencia ilimitada de células productoras de insulina para tratar la diabetes. O así sucede, por lo menos, en ratones.

De la nariz a la cola: el píloro

El primer paso del estudio fue identificar las células del organismo del ratón que presentan una mayor facilidad para ser reprogramadas en células productoras de insulina. Y con objeto de facilitar aún más este paso, los autores utilizaron animales genéticamente modificados para expresar tres genes capaces de transformar cualquier célula en una célula beta de los islotes pancreáticos –las células responsables de la producción de insulina en el organismo.
Como explica Qiao Zhou, director del estudio, «en nuestro estudio analizamos todas las células del ratón, desde la nariz hasta la cola. Y sorprendentemente, descubrimos que las células del píloro son las más proclives para su conversión en células beta. Así, este tejido se mostró como el más idóneo para iniciar nuestro trabajo».
Concretamente, el píloro es la región del estómago unida al intestino delgado. Y una vez reprogramadas, las células del píloro son las que ofrecen una mayor respuesta cuando se exponen a unos niveles elevados de insulina. O dicho de otro modo, son el tipo de célula con mayor capacidad para producir insulina y, así, normalizar los niveles sanguíneos de glucosa en ratones.
Podemos obtener células de una persona, hacerlas crecer in vitro, reprogramarlas en células beta y trasplantarlas para ofrecer una terapia para cada pacienteQiao Zhou
Así, y con objeto de evaluar la viabilidad de sus células del píloro reprogramadas, los autores destruyeron los islotes pancreáticos de los ratones. El resultado es que aquellos ratones a los que no se habían trasplantado estas células reprogramadas no sobrevivieron más allá de ocho semanas. Por el contrario, los animales que se beneficiaron de este ‘trasplante’ mantuvieron unos niveles normales de glucosa en sangre, por lo que no murieron durante el período de seguimiento del estudio –cuya duración superó los seis meses.
Pero, además, el píloro presenta una ventaja añadida. Y es que, en condiciones naturales, sus células madre son las encargadas de regenerar el tejido del estómago de una forma continua. De hecho, el estudio mostró que cuando las células reprogramadas son destruidas, las células madre contenidas en los propios injertos trasplantados son capaces de generar nuevas células productoras de insulina.
Como destaca Qiao Zhou, «los pacientes experimentan una pérdida constante de células beta durante las distintas etapas de la enfermedad. Y, cuando menos en principio, nuestro estudio ofrece la ventaja de reemplazar la pérdida de estas células».

‘Mini-estómagos’ funcionales

Llegados a este punto, la cuestión que se plantea es cómo trasladar los resultados a la práctica clínica. Como reconoce Qiao Zhou, «en nuestro estudio activamos los tres genes una vez los ratones habían alcanzado la edad adulta. Sin embargo, y pesando en términos clínicos, no podemos desarrollar humanos transgénicos».
Con objeto de solventar este problema, los investigadores cogieron células del píloro, las reprogramaron en células beta y las forzaron a crecer formando esferas –o ‘mini-estómagos’– con capacidad para producir insulina y regenerarse a partir de sus células madre. Así, y una vez desarrollados los ‘mini-estómagos’, los trasplantaron en la membrana abdominal de los ratones.
Y estos ‘mini-estómagos’, ¿son funcionales? Pues para averiguarlo, los autores volvieron a destruir los islotes pancreáticos de los ratones. Y lo que vieron es que los ‘mini-estómagos’ fueron capaces de compensar la insulina que producían las células beta ahora destruidas en 5 de los 22 ratones, por lo que los niveles de glucosa en sangre se mantuvieron normales.
Como concluye Qiao Zhou, «lo que resulta potencialmente destacable de nuestro estudio es que se pueden obtener células de una biopsia de cualquier persona, hacer crecer estas células in vitro y reprogramarlas en células beta, y luego trasplantarlas para ofrecer una terapia específica para cada paciente. Y esto es en los que estamos trabajado en este momento».

FUENTE: http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-logran-desarrollar-mini-estomagos-productores-insulina-para-tratar-diabetes-ratones-201602180209_noticia.html