jueves, 17 de marzo de 2016

¿Tu hijo adolescente se rebela contra su diabetes?

Adolescente lanzando al aire frascos de insulina - Jeff Millmore - Flickr - CC BY-NC-SA 2.0
Edad: 

14 a 18
Emociones



Durante la adolescencia el control de la diabetes se hace un poco más difícil para todos. El joven se muestra rebelde y malhumorado. No quiere oír hablar de la enfermedad y parece pasar de los riesgos de las complicaciones a largo plazo. Abandona dieta, controles, consejos… El niño que llevaba “bien” su diabetes ha dado paso a otro que, a menudo, olvida lo ya sabido y al que debes estar continuamente recordando lo que debe hacer.
La tarea de padres y educadores es pasar del control al apoyo manteniendo cierta supervisión.
En todos los casos, lo que mejor va a funcionar es:
  • Comunicación fluida  
  • Negociación constante
  • Paciencia y flexibilidad
  • Refuerzo positivo

Objetivos realistas, evita establecer un control obsesivo sobre las pautas de tratamiento

Una expectativa demasiado optimista del control metabólico regular durante estos años adolescentes será probablemente una causa innecesaria de decepción y conflicto.
Los adolescentes son muy sensibles a la presión, por ello las reglas deberían restringirse a lo estrictamente necesario. Recuerda que un valor alto no es una catástrofe, sino una oportunidad de aprender.
La terapia de la diabetes pone en peligro su autoestima e imagen social. Ambas están en construcción y son muy frágiles durante esta etapa de la vida. La relación con otros jóvenes que también tienen diabetes puede ser un punto de referencia en este momento. Algunas asociaciones de personas con diabetes tienen grupos de jóvenes, como el de la Asociación de Diabéticos de Cataluña (ADC).

Cada persona tiene que encontrar su propia forma de vivir con su diabetes

La diabetes es inevitable, tarde o temprano tu hijo lo asumirá. De acuerdo con su personalidad le llevará más o menos tiempo aceptarlo, podrá ser más o menos consciente o descuidado. Todas las respuestas tienen ventajas y desventajas. Intenta respetar el camino que tu hijo elija en ese momento y apóyale en sus intentos para crear la mejor relación posible con su enfermedad. 

No permitas que la diabetes ocupe todo el espacio de vuestra relación

Intenta no angustiarte demasiado ante los errores de tu hijo. Es importante para todo adolescente correr riesgos y probar límites, incluso aunque tenga diabetes. Recuerda que los adultos no siempre hacemos lo que debemos en relación con nuestra salud, por lo que tampoco puedes pedirle a tu hijo que siempre haga lo correcto.
Una actitud más flexible por tu parte puede reducir el número de conflictos familiares y permitir que os concentréis en otras tareas importantes. Escucha a tu hijo y permite que exprese sus sentimientos, aunque te desagraden.

Las recriminaciones constantes y las actitudes negativas os distanciarán más y no solucionarán el problema

Si el problema continúa durante un periodo largo de tiempo y aprecias que no hay progresos, busca la ayuda del equipo de salud. Prueba a distanciarte un poco, dejando que el joven establezca su relación directamente con los profesionales. Ellos podrán asesorarte acerca de si es necesario buscar atención psicológica.

FUENTE: http://www.diabetes-cidi.org/es/diabetes-tipo-1/consejos/tu-hijo-adolescente-rebela-contra-su-diabetes#.Vum1hMIktuY.facebook

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