Si no se mantienen los niveles de azúcar en sangre estables, la diabetes mellitus puede provocar hipoglucemia e hiperglucemia, dos complicaciones importantes que pueden resultar peligrosas si no se conocen o no se sabe cómo actuar ante ellas. Cualquiera de las dos puede producir el desmayo en el paciente. ¿Cómo reconoceremos cuándo el desmayo es causado por la hipoglucemia y cuándo por la hipoglucemia?
Desmayos por hipoglucemia severa
La hipoglucemia puede resultar peligrosa cuando el nivel de azúcar en sangre es muy bajo, ya que podrías desmayarte o tener convulsiones debido a que tu cerebro no estaría recibiendo suficiente azúcar para su buen funcionamiento.
Las causas más frecuentes de la hipoglucemia pueden venir provocadas por una dieta inadecuada, aumento inapropiado de la actividad física, errores en la administración de los medicamentos o la insulina, e incluso por un consumo de alcohol excesivo.
Los síntomas que alertan de una hipoglucemia se manifiestan con temblores, sudor frío, ansiedad, hambre súbita, debilidad en piernas, palpitaciones, hormigueos o pensamiento confuso. Cuando la glucosa en sangre es demasiada baja (inferior a 70 mg/dl) puede llegar incluso a las convulsiones y al coma.
Desmayos por hiperglucemia severa
Una hiperglucemia es un aumento excesivo de la cantidad de azúcar que tienes en la sangre. Tanto si tienes diabetes mellitus tipo 1 como tipo 2, cuando tus valores normales de glucemia aumentan de forman repentina es que estás viviendo un episodio de hiperglucemia.
Para que la hiperglucemia pueda provocar un desmayo, los valores de azúcar en sangre que se han de alcanzar tienen que ser enormemente elevados (cuando el nivel de azúcar en la sangre permanece mayor de 180).
Esta situación puede complicarse aún más si la hiperglucemia viene acompañada de una cetoacidosis (cuando nuestro organismo no puede utilizar la glucosa porque no cuenta con la cantidad suficiente de insulina). Si no hay insulina, la glucosa no puede entrar en las células y se acumula en la sangre. Durante un periodo de cetoacidosis el nivel de glucosa en sangre suele superar los 300mg/dl. De forma puntual, los cuerpos cetónicos pueden proporcionar energía, pero no durante mucho tiempo ya que en cantidades elevadas son muy tóxicos y provocan acidez. En estos casos el riesgo puede llegar a ser mortal, ya que el organismo no tolera grandes cantidades de cuerpos cetónicos.
Las causas más frecuentes de esta complicación puede ser errores en la administración de insulina (olvidar su administración), consumir alimentos o bebidas altos en hidratos de carbono, padecer alguna infección o tomar algunos fármacos como los corticoides. Los síntomas de esta complicación que difieren de la hipoglucemia son, entre otros, polidipsia (sed imperiosa) y boca seca, visión borrosa, piel seca, polifagia (aumento de la necesidad de comer) o poliuria (micción frecuente).
¿Cómo actuar?
En el caso de una hipoglucemia o hiperglucemia leve o moderada, los procedimientos de actuación son distintos. Pero si la situación se agrava hasta el punto de notar los síntomas iniciales de un desmayo, lo primero que debes hacer es medir tu glucemia capilar para saber si la causa son unos niveles de azúcar en sangre altos o bajos.
Si todavía estás consciente y no tienes un medidor a mano, lo más recomendable es actuar siempre como si se tratase de una hipoglucemia y, por tanto, debes corregirla suministrándote algún tipo de hidrato de carbono de rápida absorción (como un refresco o azúcar diluida en agua). Si se tratase del caso contrario, es decir, de una hiperglucemia, añadir más glucosa al organismo en ese momento no tendría efectos adversos significativos.
Es aconsejable seguir utilizando el mismo procedimiento en el caso de que hayas sufrido un desmayo y hayas vuelto a recuperar momentáneamente la consciencia. En este último caso, y si tus facultades te lo permiten, debes intentar ponerte inmediatamente en contacto con la persona que se encuentre más próxima a ti o con tu equipo de emergencias.
Sin embargo, si has sufrido una pérdida total de la consciencia, está totalmente contraindicado que las personas que estén contigo en ese momento (familiares, amigos, compañeros de trabajo) te administren nada por vía oral, ya que no podrías deglutir. Si tienen glucagón a mano (hormona que aumenta la concentración de glucosa en sangre), deberán administrarte una dosis subcutánea, ya sea en el brazo (porción del tríceps), en el muslo, el abdomen o incluso en el glúteo, según la situación lo requiera.
En cualquier caso, tanto si recuperes la consciencia después de la administración del glucagón como si las personas que están contigo no disponen de él en el momento del desmayo, deberéis contactar inmediatamente con un equipo médico de urgencias. Para terminar, te dejamos una tabla con los síntomas diferenciadores y compartidos de cada una de las complicaciones de la diabetes:
Desmayos por hipoglucemia severa
La hipoglucemia puede resultar peligrosa cuando el nivel de azúcar en sangre es muy bajo, ya que podrías desmayarte o tener convulsiones debido a que tu cerebro no estaría recibiendo suficiente azúcar para su buen funcionamiento.
Las causas más frecuentes de la hipoglucemia pueden venir provocadas por una dieta inadecuada, aumento inapropiado de la actividad física, errores en la administración de los medicamentos o la insulina, e incluso por un consumo de alcohol excesivo.
Los síntomas que alertan de una hipoglucemia se manifiestan con temblores, sudor frío, ansiedad, hambre súbita, debilidad en piernas, palpitaciones, hormigueos o pensamiento confuso. Cuando la glucosa en sangre es demasiada baja (inferior a 70 mg/dl) puede llegar incluso a las convulsiones y al coma.
Desmayos por hiperglucemia severa
Una hiperglucemia es un aumento excesivo de la cantidad de azúcar que tienes en la sangre. Tanto si tienes diabetes mellitus tipo 1 como tipo 2, cuando tus valores normales de glucemia aumentan de forman repentina es que estás viviendo un episodio de hiperglucemia.
Para que la hiperglucemia pueda provocar un desmayo, los valores de azúcar en sangre que se han de alcanzar tienen que ser enormemente elevados (cuando el nivel de azúcar en la sangre permanece mayor de 180).
Esta situación puede complicarse aún más si la hiperglucemia viene acompañada de una cetoacidosis (cuando nuestro organismo no puede utilizar la glucosa porque no cuenta con la cantidad suficiente de insulina). Si no hay insulina, la glucosa no puede entrar en las células y se acumula en la sangre. Durante un periodo de cetoacidosis el nivel de glucosa en sangre suele superar los 300mg/dl. De forma puntual, los cuerpos cetónicos pueden proporcionar energía, pero no durante mucho tiempo ya que en cantidades elevadas son muy tóxicos y provocan acidez. En estos casos el riesgo puede llegar a ser mortal, ya que el organismo no tolera grandes cantidades de cuerpos cetónicos.
Las causas más frecuentes de esta complicación puede ser errores en la administración de insulina (olvidar su administración), consumir alimentos o bebidas altos en hidratos de carbono, padecer alguna infección o tomar algunos fármacos como los corticoides. Los síntomas de esta complicación que difieren de la hipoglucemia son, entre otros, polidipsia (sed imperiosa) y boca seca, visión borrosa, piel seca, polifagia (aumento de la necesidad de comer) o poliuria (micción frecuente).
¿Cómo actuar?
En el caso de una hipoglucemia o hiperglucemia leve o moderada, los procedimientos de actuación son distintos. Pero si la situación se agrava hasta el punto de notar los síntomas iniciales de un desmayo, lo primero que debes hacer es medir tu glucemia capilar para saber si la causa son unos niveles de azúcar en sangre altos o bajos.
Si todavía estás consciente y no tienes un medidor a mano, lo más recomendable es actuar siempre como si se tratase de una hipoglucemia y, por tanto, debes corregirla suministrándote algún tipo de hidrato de carbono de rápida absorción (como un refresco o azúcar diluida en agua). Si se tratase del caso contrario, es decir, de una hiperglucemia, añadir más glucosa al organismo en ese momento no tendría efectos adversos significativos.
Es aconsejable seguir utilizando el mismo procedimiento en el caso de que hayas sufrido un desmayo y hayas vuelto a recuperar momentáneamente la consciencia. En este último caso, y si tus facultades te lo permiten, debes intentar ponerte inmediatamente en contacto con la persona que se encuentre más próxima a ti o con tu equipo de emergencias.
Sin embargo, si has sufrido una pérdida total de la consciencia, está totalmente contraindicado que las personas que estén contigo en ese momento (familiares, amigos, compañeros de trabajo) te administren nada por vía oral, ya que no podrías deglutir. Si tienen glucagón a mano (hormona que aumenta la concentración de glucosa en sangre), deberán administrarte una dosis subcutánea, ya sea en el brazo (porción del tríceps), en el muslo, el abdomen o incluso en el glúteo, según la situación lo requiera.
En cualquier caso, tanto si recuperes la consciencia después de la administración del glucagón como si las personas que están contigo no disponen de él en el momento del desmayo, deberéis contactar inmediatamente con un equipo médico de urgencias. Para terminar, te dejamos una tabla con los síntomas diferenciadores y compartidos de cada una de las complicaciones de la diabetes:
Fuente: Bayer Diabetes Care
FUENTE: http://www.vivecondiabetes.com/viviendo-con-diabetes/recientemente-diagnosticado/4047-desmayo-por-hiperglucemia-o-hipoglucemia-en-la-diabetes
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